La experiencia y talento de Bambridge han ayudado a R2 a evitar el chocar con las paredes, y ha suavizado su movimiento en las escenas en las que la unidad astromecánica camina con personas. (Nadie quería tener a un pesado androide metálico que aplastara los zapatos o el pie de los actores). Manejar a un androide controlado por radio no es una tarea sencilla. El robot móvil pesa muchos kilos, y no es tan "mágicamente afortunado" en la vida real como parece en las películas; siendo capaz de meterse en muchos problemas.
Bambridge recuerda que una escena, rodada en unas colinas británicas, fue demasiado ardua para el héroe de metal que él dirigía por radio-control. "Estábamos rodando la escena, y R2 tenía que rodar y pararse justo cuando los actores terminasen su diálogo. En realidad terminó acelerando y alcanzando un terreno inclinado que por decirlo suavemente, excedía sus capacidades. Justo en el medio del mismo, se tumbó y su cabeza ¡comenzó a rodar por toda la colina!. La peor parte fue que además, volvió a ocurrir. Aparte de este incidente, se ha comportado bien durante el rodaje."

En un rodaje de exteriores en Túnez, una toma muestra a R2-D2 viajando por una calle, doblando una esquina, y entrando por una puerta. Esto dificultaba sobremanera el que Bambridge pudiera observar, apuntar y dirigir el radio-control eficazmente; así que lo solucionaron con un segundo operador estacionado en otro lugar. La solución fue óptima, y descubrieron una innovadora estrategia: dos transmisores sintonizados exactamente en la misma frecuencia, ocupándose uno del movimiento de R2 antes de girar la esquina, y otro después.

De vuelta a los Estudios Leavesden, Bambridge y otros operadores que intentaban dirigir sus androides en una escena de batalla con gran cantidad de extras, se encontraron con un verdadero embrollo. Cuando un operador no podía ver al robot que controlaba, un extra, tumbado en el suelo haciéndose el muerto, podía encontrarse fácilmente en peligro de ser arrollado por un androide ciego "radio-descontrolado". Para no dejar a los extras en tal condición, se diseñaron mejores puntos de visión para los operadores de los androides; subiéndoles en escaleras incluso hasta 20 metros sobre el escenario.

Quizás como represalia por ello; algunos de los operadores de radio-control comenzaron a experimentar. No hubo un plan preconcebido; pero de pronto, los androides comenzaron a seguir a un lider. Al principio, los androides aprovechaban algún momento en el que no se rodaba, para perseguir a los niños que visitaban el escenario, haciéndoles gritar de deleite. Posteriormente, el "Escuadrón R2" comenzó a ser la sombra de George Lucas; siguiéndole a través del escenario como un grupo de silenciosos pero devotos fans. Si se le pregunta a Bambridge sobre esta cuestión, contesta, con una pícara sonrisa, "No se nada sobre eso".
En la película, R2-D2 es simplemente un personaje parte del colorido grupo que ha creado George Lucas. Toda la gente que detrás de las cámaras trabajan en él son los responsables de crear la perfecta ilusión de una fantasía hecha realidad; y son ellos los que hacen la personalidad de R2 posible.