Terry Brooks es el autor de la novelización del Episodio I de la saga de la Guerra de las Galaxias: La Amenaza Fantasma.

Su primera novela se tituló "La Espada de Shannara", y la escribió cuando era estudiante de Derecho; revitalizando la narrativa fantástica de aquel entonces.

"La Espada de Shannara" fue editada en 1977, el mismo año que "La Guerra de las Galaxias - Una Nueva Esperanza" se estrenó en los cines de todo el mundo. Esta novela es la primera colaboración de Terry Brooks con Lucasfilm.

- Sabemos que has tenido algunas experiencias previas nada positivas realizando la novelización de una película; hasta tal punto que afirmaste que no volverías a realizar adaptaciones literarias de obras cinematográficas nunca más. ¿Qué tiene de especial el proyecto de la novelización de "La Amenaza Fantasma" para que hayas cambiado de opinión?

Bien, han sido tres las razones. La primera de todas es que estamos hablando de la saga de "La Guerra de las Galaxias". Cuando tuve mi primera entrevista con los directivos de Lucasfilm, pensaba: "Si rechazo este proyecto... ¿cómo se lo explicaré a mis hijos?." Y ese pensamiento me obligó a considerar seriamente el realizar el proyecto.
En segundo lugar, influyó el hecho de haber tenido siempre una especie de simbiosis con George Lucas que comenzó en 1977 cuando se estrenó "La Guerra de las Galaxias - Una Nueva Esperanza" y yo estrenaba al mismo tiempo mi novela "La Espada de Shamara". En aquel momento, tanto George como yo trabajabamos con la misma casa editorial. Empezó entonces a existir una especie de vínculo. Trabajamos de la misma manera; y las historias que contamos son parecidas en su carácter épico y en su estructura. Por lo tanto, siempre había deseado el hacer algo en común con George Lucas.
El tercer aspecto que me convenció definitivamente, fue mi primera conversación con Lucas. En ella, comentamos juntos el guión; y éste me pareció muy atractivo. La combinación de estos aspectos con la libertad que Lucasfilm me ofreció para realizar la novela fueron suficientes para pensar que era un trabajo importante, interesante, y que podría hacer bien. Cuando George y yo hablamos, estuvimos de acuerdo en que la novela debía empezar en un sitio diferente que la película; y que también tendría que ampliar el relato de muchos puntos que por problemas de tiempo no pueden incluirse en la película. Todo ello constituía un gran desafío para mí. Pensé que era el tipo de historia con el que me sentiría cómodo. No es realmente ciencia ficción. Es contar una historia desde un nivel épico; y aventurero; y eso es lo que mejor se me da.
- ¿Cuál fue el proceso creativo inicial para desarrollar la novela?

El proceso fue realmente sencillo. Comencé pasando dos días en el Rancho Skywalker familiarizándome con la historia. Después pasé algo de tiempo charlando con George Lucas sobre su visión de los eventos que yo debía plasmar en la novela. Seguidamente trabajé en la división del guión en capítulos y en crear nuevos elementos y decidir como incorporarlos a la historia. Tras ello tuve una importante conversación telefónica con Lucas en la cual me dió una inmensa cantidad de información sobre cómo eran los Caballeros Jedi y la Antigua República; así como el completo conjunto de la historia de manera que yo pudiese incorporarlo en la novela de manera que fuese agradable para los lectores.

Yo no compararía el proceso de filmar una película y el de escribir una novela. Pero desde el punto de vista de contar una historia; tanto George Lucas como yo nos movemos en los mismos parámetros. Es una sensación que tengo desde nuestras primeras conversaciones. Su forma de contar la historia de Luke Skywalker y la gente que le rodea; así como la historia de Anakin Skywalker; se asemeja a mi forma de escribir en la serie de novelas sobre "Shannara". Ambas son épicas multigeneracionales que tratan sobre los usos y abusos del poder. Ambas tratan sobre herencias de magia y poder que tienen ramificaciones en las diferentes ramas de una familia. Es un tipo de historia tan antigua como las viejas leyendas.